Si hay un país en el mundo que ha decidido tomarse el surf en serio como una herramienta transformadora de vidas, ese país es, sin duda, El Salvador.
A través de las políticas públicas del actual presidente, Nayib Bukele, El Salvador ha creado una fuerte identidad en torno al surf con la iniciativa Surf City, atrayendo diversos eventos importantes como campeonatos oficiales de la WSL y de la ISA, además de muchos otros eventos de surf a lo largo del año.
Nosotros, que trabajamos directamente con la comunidad local, vemos de cerca cómo el dinero que traen los surfistas al país ha transformado la vida de las personas involucradas en el surf, y cómo este flujo de ingresos impacta indirectamente en otros negocios locales, como restaurantes, tiendas, mercados, hoteles y bares, a menudo sin que nos demos cuenta.
En la película Going Places, la surfista Pacha Light, nacida en Ecuador y residente en Australia, es presentada a la ola más icónica de El Salvador, Punta Roca, por el surfista local Bryan Perez, el primer surfista profesional del país.
Este post no tiene la intención de defender o apoyar a ningún político, sino simplemente compartir hechos basados en nuestra propia experiencia.